Tenemos que partir de la base que el ser humano es irracional por naturaleza. Partiendo de ahí tenemos que aceptarnos tal como somos con nuestros aciertos y defectos. Si dejamos de juzgarnos podremos abrir el camino para ser conscientes de aquellas creencias irracionales que nos entorpecen el camino. Otro punto importante que nos ayudará a progresar es la idea de que no existe una verdad absoluta. El prisma con el que se ve la vida no es blanco o negro sino que se trata de una amplia gama de grises. No existe una forma correcta de hacer las cosas, distintos caminos pueden llevar al mismo destino.
Todo cambio es un proceso complicado, implica un gran esfuerzo. Es una
fase de transición que nos permite mejorar y adaptarnos a la cambiante
realidad.
